martes, 8 de junio de 2021

La endeble crítica post-keynesiana al gobierno de AMLO

Por Josafat Hernández


Hay varios economistas que han realizado una supuesta crítica post-keynesiana al gobierno de AMLO en el terreno de las políticas económicas (fiscal y monetaria). Esta crítica consiste en señalar que en estos tiempos de pandemia Covid-19, el gobierno no ha implementado políticas económicas anti-cíclicas que, supuestamente, ayuden a retomar el crecimiento económico por medio de un gasto fiscal expansivo. Plantean imitar países como los Estados Unidos, que si están incrementando el gasto fiscal para impulsar el crecimiento económico. Pero olvidan que México no es Estados Unidos porque no tiene sus recursos ni su situación geopolítica privilegiada que permita al gobierno en turno maniobrar como allá.


Esta crítica me parece excesivamente simplista, pues parece que estos economistas critican desde un puritanismo teórico-ideológico, sin prestar atención a la realidad específica de México, con una herencia de más de 70 años de priísmo y más de 30 años de neoliberalismo. Parece que mistifican el gasto público en abstracto atribuyéndole propiedades mágicas: como si gastar más implicara aumentar el crecimiento económico de manera automática. Este es otro concepto que también mistifican, pues el análisis meramente macro suele ocultar las bases materiales del crecimiento económico.


Y lo curioso era que los economistas de la derecha exigían al gobierno el endeudamiento para financiar “políticas anti-cíclicas”, en una época de incertidumbre severa, para supuestamente reemprender el crecimiento económico. Vaticinaban un futuro catastrófico para México sino se aplicaban sus propuestas: una caída del PIB aún mayor a la que ha habido. Pero se equivocaron. México no ha caído tanto como quisieran. Y lo que si vemos que es que aquellos países (como Argentina) que si se endeudaron para financiar políticas anti-cíclicas, no lograron reemprender el crecimiento económico. Y ahora están más endeudados que antes, tienen que lidiar con las presiones-extorsiones del capital financiero internacional personificado en el Fondo Monetario Internacional y con ello se reducen sus márgenes de acción. Afortunadamente México no enfrenta esa situación, porque no se les hizo caso a los post-keynesianos que reproducen el discurso dogmático de las políticas anti-cíclicas.


Las relaciones causales en economía no son automáticas ni lineales como se suelen presentar en los modelos. Los comportamientos socioeconómicos concretos se alejan de los comportamientos ideales que operan bajo supuestos ceteris paribus. En teoría, el gasto público aumenta el crecimiento económico sólo en condiciones ideales (o cercanas a ellas) donde no hay tanta corrupción, y donde hay sistemas productivos locales y nacionales bien encadenados entre si. Pero en México, la corrupción heradada y que persiste, es tan terrible que gran parte del gasto público expansivo no iba a parar a actividades productivas ni a las familias que lo necesitaban para aumentar su consumo. Iba a parar a las manos corruptas de unos cuantos oligarcas por medio del desvío de recursos, el lavado de dinero y el saqueo de las finanzas públicas. Y los sistemas productivos locales y nacionales, al no tener suficiente articulación entre si (porque son parte de cadenas productivas globales), más bien aumentarían las importaciones-exportaciones con el sector exterior, generando al interior pocos efectos multiplicadores que poco aumentarían el empleo.


Tampoco es el caso que todo crecimiento económico sea deseable. Como si el fin (impulsar el crecimiento económico) justificara los medios (el endeudamiento). El análisis meramente macro tiende a ser mistificador, pues oculta las bases materiales del crecimiento económico. Hay que preguntarse siempre por el tipo de crecimiento económico que se tiene y el que se desea tener. Un crecimiento económico basado en un incremento de la inversión de empresas mineras que vienen a saquear y devastar pueblos y entornos naturales no es deseable. En cambio, un crecimiento económico basado en pequeñas empresas, eco-sustentables, que generen más y mejores empleos, si.


Criticar desde el puritanismo teórico-ideológico revela una posición idealista, no materialista, que no resuelve ningún problema económico práctico. Es criticar por criticar, nada más para mantener la pose de supuesto académico riguroso e imparcial.


En México el gobierno está reestructurando las finanzas públicas (altamente corrompidas), y, a su vez, está reestructurando el patrón de acumulación de capital que se formó en los últimos treinta años. De ahí que la austeridad republicana sea tan problemática para la alta burguesía. Pues ellos estaban acostumbrados a que la austeridad se aplicara siempre a la clase trabajadora. A los de abajo, en recortes a programas sociales. Pero ahora la austeridad también se les aplica a ellos, a las élites, reduciéndoles sus privilegios fiscales, sus altos salarios y sus saqueos.


En este contexto, las únicas empresas que de manera mayoritaria no tienen confianza ni credibilidad en la 4T (como las de Claudio X. Gonzáles) son justo los capitales más reaccionarios que se acostumbraron a una inversión de tipo rentista-leonina, donde no innovan, pero estiran la mano para obtener rentas. O mineras que no saben si deben o no invertir ante las limitaciones que ha impuesto el gobierno al extractivismo. O empresas petroleras o energéticas que no quieren invertir porque el gobierno está revisando los contratos para detectar irregularidades. Es decir, las empresas ya se habían acostumbrado a la corrupción (como la que iba a haber en el NAICM) y ahora, como ya empiezan a cambiar las reglas del juego que garantizan un mínimo de decencia respetando el estado de derecho, ahora "pierden confianza y credibilidad". Se habían acostumbrado al capitalismo de amiguetes. Al capitalismo donde la corrupción sustituye la competencia.


En todo proceso de reestructuración del capital social global en territorios nacionales (como el que ahora hay en México), hay un enlentecimiento o freno en seco de las tasas de rotación y acumulación de capital ya existentes en diferentes regiones y sectores. Porque cambias las actividades, las composiciones y relaciones entre los diferentes capitales. En México este es el caso. Los capitales nacionales y transnacionales se tienen que ajustar a las nuevas reglas del juego que se están formando en la Cuarta Transformación, donde ya se aplica la ley.


En este contexto, ya más terrenal y materialista, creo que el credo supuestamente post-keynesiano de aumentar el gasto público para impulsar el crecimiento económico a como dé lugar, debería sustituirse por un contextualismo más pragmático en el diseño de políticas públicas: donde se hagan políticas públicas a la medida, adecuadas a las circunstancias históricas específicas del momento. Muchos economistas, de todas las corrientes, deberían dejar atrás esos vicios de criticar la realidad desde modelos teóricos puramente ideales, exigir recetas de política pública a-contextuales y la sobregeneralización de sus afirmaciones teóricas.

domingo, 1 de noviembre de 2020

¿Quién es la llorona? Un ejercicio de análisis hermenéutico

Por Josafat Hernández


Mientras escuchaba las diferentes versiones de la canción de la llorona, ví que cada canción tiene su propia letra. Desde las canciones zapotecas del Itsmo de Tehuantepec, la versión de Oscar Chávez hasta la versión más conocida mundialmente interpretada por Chavela Vargas. Pero exactamente ¿Quién es la llorona? ¿De quién habla esta canción? El problema es muy complejo, porque esta canción no se sabe cuándo surgió. Ni tampoco se sabe quien la escribió. Es una canción de folkclor popular, que todo mexicano conoce. Pero poco se sabe de su historia.


Algunos dicen que la canción refiere a la leyenda de la llorona, la mujer que mató a sus hijos y que luego se suicidó. La llorona realizó el peor crímen que, desde el punto de vista de la sociedad mexicana, una madre puede hacer: el filicidio, matar a sus propios hijos. La llorona es un alma que no está ni el purgatorio ni en el infierno dantesco. Está en este mundo, siempre está penando, entre los vivos, apareciendo pero sin estar corporalizada. En su penar, su imágen aparece en rios y llanos, vestida de blanco. Un blanco que recuerda pureza, pero que es una pureza portada por alguien que, por medio del filicidio, ha profanado el terreno simbólico de una estructura social considerada sagrada por las sociedades tradicionales: la maternidad. Aquí, la transgresión de lo sagrado es lo que atormenta a los vivos. La funcionalidad social del símbolo de la llorona es recordarle a los mortales lo horrible que es matar a los propios hijos. Por eso es un símbolo que da miedo, que escarmienta a quienes se alejan de la norma social de la maternidad. Y quizá también ayuda a recordar a los mortales que el infierno no está en el más allá. Sino que está aquí en la tierra, y que este puede ser la consecuencia de los propios actos. ¿Es la llorona de la leyenda la llorona de la canción? Me parece que no, porque la canción de la llorona, si bien es triste, tiene un dejo de romanticismo que no tiene la leyenda de la llorona.



En la versión zapoteca de la canción hay una narrativa de amor y tristeza. Se narra la historia de dos enamorados de inicios del siglo XX. Donde un muchacho se enamoró de una mujer que salía de la iglesia, vestida con su huipíl, un traje típico de Oaxaca. Al verla, el chico pensó que era la virgen. Luego de que ambos se conocieron y formaron una pareja, el muchacho se fue a la guerra. Eran los tiempos de la revolución mexicana. No había paz. La dictadura porfiriana estaba a punto de caer. Y él se fue a combatir por un mundo más justo. Mientras se despedían, los dos amantes lloraban. Él juraba volver. Y ella no paraba de llorar. Por eso le llamó llorona. Le juró que la seguiría amando. En este o en el otro mundo. Después pasaron los años. Él no volvió. Y ella lo esperó, junto con su hijo. Después de saber que él había muerto, cada 30 de octubre, según dicen, ella le hacía su ofrenda, adornada con flores de Cempasúchil. Y ahí comían los tres: la llorona, su hijo y el alma del difunto que venía del otro mundo a verlos. Quizá por eso esta canción se asocia tanto al día de muertos. Según la versión zapoteca, la llorona tenía la certeza de que ella y su amante se volverían a encontrar. Al igual que la llorona de la leyenda, esta llorona también pena. Pero pena por un amor ya imposible en este mundo. Pero posible en el otro mundo. La llorona nunca más se volvió a casar. Y esperó hasta que la muerte los volvió a unir. Aquí, en esta narrativa, la muerte no separa a los amantes. No. Más bien los unifica. En la versión zapoteca de la canción, la muerte es el puente que vuelve a unir a los amantes, que se seguirán amando, pese a su descorporalidad.



Hay quienes dicen que la llorona, prehispánica, era Tonantzin, que aparecía sobre el lago de Texcoco y lloraba por lo que iba a ocurrir a sus hijos mexicas: serían conquistados, pisoteados, humillados y masacrados. Tonantzin, el antecedente simbólico prehispánico de la Virgen de Guadalupe, lloraba por sus hijos: El pueblo. Las tres lloronas tienen algo en común: sufren por la partida de sus seres queridos. Las tres lloronas están, en algún sentido, vinculadas con la muerte.


La llorona en México quizá puede verse como un símbolo sin contenido, que flota en el sentido común de los mexicanos. Es un símbolo que trasciende a todo individuo y cuyo contenido nunca estará fijo. Estará siempre en movimiento, llenándose del contenido social de la época. De las emociones y sentimientos de la época. Y además tiene un carácter transversal: prácticamente todos los sectores sociales de México se reflejan en la llorona. Se reflejan en su historia, en su penar, en su tristeza, en su romanticismo y su misterio. Desde las élites, hasta los pobres. Trabajadores del campo y de la ciudad. Mujeres y hombres. Jóvenes y ancianos. Al final, todos se ven a sí mismos reflejados en la llorona. Penando. Pero es un penar, un dolor que todos tienen en algún momento. 


En la cultura popular mexicana, al menos, tomando como referencia a la llorona, vemos que del dolor no se huye tal y como pensarían los filósofos utilitaristas, que pensaban que la felicidad es para ellos un estado corporal donde sólo hay puro placer y hay ausencia del dolor. Más bien al dolor se le hace frente. Se le acepta y se le interioriza. Para poder vivir y seguir adelante. Un dolor que es necesario tener, para luego poder crecer y madurar. Sin dolor, como diría Nietzche, no hay felicidad. Esto es coherente con la moral estoica que está implícita en el sentido común de la mayoría de los mexicanos, donde llorar es parte de la vida. Una reafirmación ante la muerte. Pues si sentimos dolor es porque estamos vivos.

martes, 14 de julio de 2020

La reunión AMLO-Trump: Algunas implicaciones económicas y políticas para México


El contexto de la visita
El pasado 8 de julio, el presidente de México, Andres Manuel López Obrador (AMLO) se reunió con su homólogo, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, en la casa blanca, en Washington D. C. La reunión generó mucha discusión en México, desde las redes sociales hasta los espacios mediáticos ocupados por los periodistas tradicionales. Los críticos decían que era un “error” que AMLO fuera a la reunión con Trump porque supuestamente esto iba a generar un impacto positivo en su campaña electoral para su reelección. Según opinólogos (como Jorge Ramos y Carlos Loret de Mola), la reunión iba a ayudar a mejorar la imágen pública de Trump ante los ciudadanos norteamericanos. Y con esto, lo iba a ayudar a conseguir sus fines electorales. Justo ahora, cuando Trump está en sus peores momentos de popularidad debido a la pésima gestión que ha hecho de la pandemia del Covid-19 y en medio de enormes movilizaciones sociales antirracistas derivadas del asesinato de George Floyd. Ellos sugerían que AMLO debería haber postergado su visita a los Estados Unidos, pasadas las elecciones de noviembre de 2020. Ya sea en una reunión con un Donald Trump reelegido, o con un Joe Biden, del partido demócrata, posiblemente electo. Pero mientras, parece que sugerían un congelamiento de las relaciones bilaterales con el país más poderoso del mundo. Como si eso pudiera hacerse.
Sin embargo, la reunión no tuvo ningún efecto en el espacio mediático de los principales medios de comunicación estadounidenses. Esos medios en realidad destacaban más la ausencia de Justin Trudeau que la presenca de AMLO. En todo caso, no se ve que esta visita vaya a tener efectos electorales inmediatos, porque además, aún faltan más de cuatro meses para las elecciones presidenciales. En todo caso, la agenda de México no debe estar supeditada a los tiempos electorales que ocurren en otros países. Y el tema de la entrada en vigor del T-MEC ya era un asunto urgente que se ha postergado por las renegociaciones ríspidas y complejas. Parece que esta reunión AMLO-Trump es la primera reunión pública presencial de dos jefes de estado en los tiempos del Covid-19. También se trató de la primera visita de estado al extranjero realizada por AMLO. Todo esto generó mucha expectativa.

Caucus Hispano en EU exige cancelar la reunión de Trump con AMLO

El motivo de la reunión: la entrada en vigor del T-MEC
La reunión AMLO-Trump estaba motivada por un asunto práctico y de interés binacional: echar a andar el T-MEC. Y esto es más necesario que nunca dado los efectos económicos generado por la pandemia Covid-19. A nivel mundial las economías van a contraerse. Algunos pronósticos decían que Estados Unidos caería unos 8 puntos porcentuales, mientras que en México dicha caída sería entre el 10 y 13 por ciento. En México ya se estaba arrastrando un estancamiento económico debido a que al final de gobierno de Enrique Peña Nieto (EPN) ya se había suspendido del TLCAN, y en la transición el gobierno de AMLO aplicó una política de disciplina fiscal (la llamada “austeridad republicana”) que redujo los montos de recursos públicos para la economía. Además de que es importante subrayar que México está en un proceso de transición: la lucha contra la corrupción ha sido prioridad, y para luchar contra ella AMLO ha reducido los flujos de recursos públicos para aumentar el control y con ello terminar con privilegios y malas prácticas institucionales. En un contexto así, los flujos de capital se han detenido. Ahora, quizá con la entrada en vigor del T-MEC los flujos de inversión se puedan incrementar en la región y con ello recuperar el crecimiento económico.
La visita de AMLO a la casa blanca, en este contexto, fue en calidad de un líder de estado, lejos de un acto de apoyo electoral a Trump. Además, AMLO fue acompañado de altos funcionarios de su gobierno, junto con representantes de la élite empresarial mexicana (Como Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego). Todos ellos se reunieron con sus pares en Estados Unidos. Da la impresión de que se trató de una reunión de las respectivas clases dominantes de ambos países para ponerse de acuerdo en las nuevas reglas del comercio bilateral para así poder reemprender los procesos de acumulación capitalista en ambos lados del río bravo. Con esto AMLO está siendo coherente con el proyecto de país que presentó durante su campaña en 2018: gestionar un capitalismo nacional (con algunas continuidades neoliberales), pero sin corrupción. Y ahora, las reglas del juego del campo económico van a quedar más definidas con el T-MEC, que dicho sea de paso, obliga a que los empresarios en México aumenten salarios, mejoren condiciones laborales de sus trabajadores e incluso se promueve la libertad sindical. Esto porque desde la parte de los sindicatos de Estados Unidos se argumentaba que en México había “competencia desleal” dado que las condiciones de explotación laboral eran tan extremas que abarataban los costos laborales a niveles muy bajos. Esto para atraer inversión extranjera directa, lo cual llevó a la proliferación de maquiladoras. Así pues, lo que vemos es que se va a mantener la acumulación de capital en México, pero se prepara una transición: iniciar una nueva industrialización, donde la competencia comercial no se base en los bajos costos laborales. Esto va a ser un reto para el país, pues se va a requerir revisar de fondo el modelo de industrialización neoliberal impuesto desde los tiempos de Carlos Salinas de Gortari. De fondo, lo que va a pasar con el T-MEC es que se van a presentar condiciones internacionales que van a favorecer el fortalecimiento del mercado interno y que, a la larga, va a llevar a la inoperancia del modelo orientado a las exportaciones impuesto durante el neoliberalismo. Así pues, la economía mexicana va a estar obligada a desarrollar más fortalezas internas que la van a obligar a tener que alejarse gradualmente del neoliberalismo económico. De otro modo, va a persistir el nulo crecimiento económico, el desempleo, la pobreza y la desigualdad. Son tiempos de transición y el T-MEC obliga a que se tenga que repensar la economía bajo nuevas reglas del juego.
Por otro lado, el hecho de que AMLO haya invitado a los altos empresarios a esta reunión muestra que AMLO no es un personaje radical y polarizador, tal y como los medios de comunación se esfuerzan en aparentar. AMLO no es un dictador comunista que busque expropiar los medios de producción de los empresarios. No. Lejos de eso, se ve en los hechos a un AMLO negociador y conciliador, con visión estratégica para el país. Una vez más, AMLO desmistifica la imágen mediática de los medios de comunicación.
Finalmente, es importante decir que ambos presidentes (AMLO y Trump) coinciden también en algo básico: que la inmigración debería ser algo opcional y no algo forzoso. AMLO y Trump quieren que cada vez menos inmigrantes mexicanos crucen la frontera de manera ilegal. El primero, porque quiere recuperar el crecimiento y desarrollo económico (por eso su asistencia para retomar el T-MEC), el segundo porque quiere menos inmigrantes en su país (por motivos xenófobos). Pero en ese tema básico, ambos presidentes comparten al menos un punto clave que les permite avanzar en sus agendas bilaterales.

El discurso de AMLO en la casa blanca
AMLO, como es costumbre, ha sabido usar muy bien los símbolos históricos para darle más potencia a su discurso. Antes de ver a Trump, AMLO fue a ver el monumento de Abraham Lincoln. Hubo quienes recordaron la histórica visita de Fidel Castro al mismo monumento en 1959. Ahí AMLO hizo una guardia de honor al principal presidente abolicionista de la esclavitud norteamericana. Luego fue a ver el monumento de Benito Juárez. Ya después, la visita a la casa blanca, donde llegó cargado con un simbolísmo histórico que siempre ayuda a que los mensajes tengan más difusión.
Ahí, frente al jefe del estado más poderoso del mundo, AMLO mencionó que los agravios cometidos contra México no se olvidan. Pero que se puede establecer una relación diplomática basada en el respeto mutuo. Evocó la memoria de dos de los presidentes mexicanos más dignos que hemos tenido: Benito Juárez y Lázaro Cárdenas. Ambos presidentes mantuvieron un excelente trato con otros dos grandes de los Estados Unidos: con Lincoln y Franklin Delano Roosevelt. El primero nunca reconoció al usurpador Maximiliano de Habsburgo (impuesto durante la intervención francesa), y el segundo entendió la necesidad de la expropiación petrolera. Ahí, frente a Trump, dijo que él iba a defender la dignidad de México. Al final de la reunión, cerró con tres viva México que emocionó a todo mundo.
Este discurso no debería haber sorprendido a Trump, quien ya antes había recibido dos cartas (públicas, por cierto) donde se muestra claramente el perfil de AMLO en política exterior: un nacionalista que está dispuesto a dialogar. En la carta del 12 de junio de 2018, a los 10 días de haber ganado las elecciones históricas del 2 de julio de 2018, donde el "tsunami de votos" lo llevó al poder del ejecutivo, Había anunciado una serie de acciones que culminaron con la entrada en vigor del T-MEC. Es especialmente relevante esta parte de la carta: "En materia de comercio, me parece que vale la pena hacer un esfuerzo por concluir la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Pienso que el prolongar la incertidumbre podría frenar inversiones a mediano y largo plazo, lo cual evidentemente dificulta el crecimiento económico en México y, por ende, la estrategia del gobierno que habré de encabezar, que busca generar empleos y mejores condiciones de vida para todos los mexicanos." En una segunda carta, enviada a Trump el 30 de mayo de 2019 AMLO le dijo “(...) le propongo profundizar en el diálogo, buscar alternativas de fondo al problema migratorio y, por favor, recuerde que no me falta valor, que no soy cobarde ni timorato sino que actúo por principios: creo en la política que, entre otras cosas, se inventó para evitar la confrontación y la guerra”.
Esta manera de hacer diplomacia fue muy diferente a la del ex-presidente EPN, quien dió señales de ser un líder débil y sumiso que le dió un trato de jefe de estado al que antes era un candidato presidencial sin más. Por eso, Trump humilló a EPN ya estándo en el poder. Sin embargo, con AMLO negoció. Y lo hizo porque en AMLO reconoció a un líder fuerte, carismático con amplio respaldo popular que si es capaz de defender la soberanía nacional.

La relación con Joe Biden
Esta visita de AMLO pudo haber molestado a Joe Biden y a la élite del partido demócrata. Pero no olvidemos lo siguiente: Joe Biden es el candidato del establishment estadounidense. Tal y como lo fue Hillary Clinton hace años. Joe Biden es el representante de los intereses del capital financiero de Wall Street, intereses que se esforzaron por bloquear el ascenso del socialista democrático Bernie Sanders.
No olvidemos ademas que Biden votó en favor de las guerras en Afganistán e Irak. En los años noventa fue parte de las estrategias estadounidenses de intervención en las guerras de Kosovo, Bosnia y Herzegovina. Y lo que es más importante aún: durante su desempeño como vicepresidente de los Estados Unidos, bajo el gobierno de Obama, se dió la mayor deportación de inmigrantes en la historia reciente. Más de tres millones de inmigrantes deportados en tan sólo ocho años de gobierno. En los primeros tres años la administración de Obama se deportó a 1.18 millones de inmigrantes, mientras que en los primeros tres años del gobierno de Trump se han deportado cerca de 800 mil inmigrantes.
Ciertamentemente las imágenes de las separaciones de familias y los niños enjaulados que circularon el año pasado son una muestra clara de violación de los derechos humanos que se debe denunciar. Pero no olvidemos que durante la vicepresidencia de Biden también se dio la separación de familias, incluso con mayor intensidad por el número de deportaciones. En este respecto, parece que Biden no es mejor opción que Trump en materia de inmigración.
Además, Biden, por su historial intervencionista antes señalado (su política exterior es mucho más agresiva que la de Trump), podría tener discursos públicos donde busque "regañar" al gobierno de AMLO por "populista". Biden haría sentir a la derecha mexicana más envalentonada y respaldada. Cosa que ahora no ocurre con Trump, ante el cual se sienten desamparados. Es en este contexto donde se tiene que interpretar lo que dijo AMLO a Trump “(...) Lo que más aprecio es que nunca ha querido imponernos nada. Ha seguido el consejo de George Washington que decía que las naciones no deben aprovecharse el infortunio. Usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que, por el contrario, ha honrado nuestra condición como nación independiente”. De fondo, lo que aquí estaba diciendo AMLO es que Trump, a diferencia de Biden (y otros mandatarios estadounidenses), tiene una política de menos ingerencia externa. Y por ello, en términos diplomáticos envió señales, tanto a las élites estadounidenses como a las mexicanas: que AMLO si va a defender la soberanía nacional. Si es que Biden gana las elecciones presidenciales estadounidenses, será crucial cerrar filas con el gobierno de la 4T para defender la soberanía nacional de los posibles intentos de intervención estadounidense en México. No olvidemos que los principales “golpes blandos” contra gobiernos progresistas latinoamericanos se dieron durante la administración de Obama, con Joe Biden como vicepresidente.

El desprestigio de la derecha mexicana
La visita de AMLO fue un gran éxito, pues a nivel económico ya se culminó un proceso de más de 3 años de renegociaciones para dar cabida al T-MEC. A nivel de política internacional se demostró que el presidente es capaz de establecer diálogos con personajes tan duros e impredecibles como Donald Trump. Y a nivel simbólico los mexicanos de ambos lados de la frontera se sintieron profundamente orgullosos de la visita. Es común escuchar a la gente decir “por primera vez, en mucho tiempo, tenemos a un presidente que si nos representa”. AMLO, a diferencia de lo que pensaba la derecha mexicana, tuvo un gran acierto al haber aceptado ir a Estados Unidos, en calidad de jefe de estado para hablar con otro jefe de estado.
Con dignidad, mostró que él, a diferencia de otros personajes, si es capaz de hablar con Trump y de hacerse respetar. Y Trump lo respeta por dos cosas: por su amplio apoyo popular y por su compromiso en la lucha contra la corrupción (lo cual admitió públicamente en la reunión). La imagen pública de AMLO con esto se va a fortalecer, dentro y fuera de México.
La derecha mexicana, en cambio, hizo el ridículo ante la población. Primero, porque sus predicciones no se cumplieron. No hay evidencia de que la visita de AMLO haya sido para apoyar de manera electoral a Trump. Tampoco Trump humilló a AMLO, y no hubo una “pelea” entre ambos. Segundo, porque quedó claro que la derecha no tiene una visión estratégica para pensar la incersión de México a la economía internacional. Ante los cambios globales, hoy acelerados con la pandemia, la derecha simplemente no tiene nada que ofrecer porque sus discursos en favor del “libre mercado” ya están rebasados. Hoy enfrentan un agotamiento histórico irreversible. Y ante ese agotamiento, AMLO si ha ofrecido una opción alternativa viable.

Josafat Hernández

(Economista y filósofo)
Twitter: @JosafatHernndez

viernes, 18 de octubre de 2019

La 4T y los hechos violentos en Culiacán Sinaloa

Lo que pasó ayer en Culiacán nos recuerda:
1) la magnitud del poder del cartel de Sinaloa. Tienen armas que en el momento del conflicto de ayer se mostraron mejores que las que tenía el ejército en ese momento, así como una gran base social y una capacidad de organización y de respuesta que hasta parecen mejores que la Guardia Nacional y el ejército. Son capaces de generar el caos y el pánico en una cuantas horas. Ese poder se construyó durante décadas de complicidades neoliberales.
2) que el gobierno no tiene el monopolio en el uso de la violencia y que incluso el cartel lo puede doblegar en contextos específicos. AMLO recibió el poder ejecutivo de un estado fallido en varios lugares del país (no lo ovidemos) y ayer vimos una inercia socioinstitucional del pasado que tuvo una erupción dramática y aterradora. El reto del gobierno actual (y de los ciudadanos) es romper esa inercia
3) que operativos dirigidos a detener capos no deben tener cabos sueltos. Es una verguenza que no hubiera la orden de aprehensión a tiempo y que no llegaran rápido refuerzos del ejército para repeler a los narcos (que de hecho tienen entrenamiento militar de élite).
4) Lo de ayer nos recuerda que hay gente mezquina que celebra el caos y la derrota del gobierno. Francamente no entiendo esas mentes enfermas que querian que se desatara el baño de sangre con tal de detener a un capo. Ya sabemos que hay mezquinos, como los reaccionarios PRI, PAN y PRD, que buscarán lucrar políticamente con la derrota de AMLO en Culiacán. Ello a pesar de que a ellos se les escapó el Chapo, recibieron sobornos de él y convirtieron al narco en un mega problema social.
5) urgen tres cosas: acelerar el proceso de legalización de la marihuana, que se detenga el flujo de armas de Estados Unidos a México y que Trump ya inicie medidas contundentes para reducir el consumo de droga en su país. En México el consumo de drogas también debe disminuir. Todo ello contribuye al proceso de valorización de las drogas y a la reproducción ampliada del capital-narco. Urge atacar por lo que más les duele: lo económico.
6) lo de ayer muestra que la militarización por si misma no es la solución. Pero tampoco quitarla de tajo. Si esto pasara el narco que ayer vimos en Culiacán tendría rienda suelta para masacrar a la población. Esto para decir que discursos burgueses abstractos del pacifismo son inviables pues no parten del reconocimiento de las condiciones materiales concretas que tenemos. La izquierda deberia dejar de reproducir discursos tipo Denisse Dresser y tener sus propias críticas. Lamentablemente el contexto actual hace necesaria el uso de la coersión. El punto es que esta sea realizada de manera más inteligente y estratégica. No las tonterias que vimos ayer.
7) La victoria militar del cartel de Sinaloa de ayer los va a envalentonar. Ahora vieron que son capaces de derrotar al gobierno federal. Y ahora se va a crear ya el mito-relato del continuador del Chapo. Nadie mejor que su hijo.
8) La derrota de Culiacán ya opaco la primera gran victoria de AMLO frente a los grandes empresarios (la cancelación del NAIM y el inicio de Santa Lucía)

Image result for culiacan sinaloa caos

jueves, 17 de octubre de 2019

Adios al NAIM

Lo ideal es que no se construyeran más aeropuertos. Ni en Texcoco ni en Santa Lucía, porque ambos pueden promover más crecimiento urbano y con ello, más devastación ambiental. La CDMX deberia descentralizarse. Sin embargo, la situación real, lejos de lo ideal, es que vivimos en un capitalismo que genera inercias socioinstitucionales que condicionan la acción. Lamentablemente no elegimos las condiciones de partida para la practica. En este momento histórico concreto solo habían dos opciones: o bien construir el NAIM o Santa Lucía. La opción ideal de no construir ningún aeropuerto no era viable porque no había un sujeto social políticamente fuerte que fuera capaz de defender esa propuesta y que presentara una alternativa a ambos proyectos. En política decir no a algo es insuficiente, siempre se requiere decir si a otra opción. 

La opción NAIM además de ser profundamente corrupta tendría un enorme impacto ambiental: era un proyecto enorme que terminaría con lo poco que queda del lago de Texcoco. Además de que la construcción implicaba desposeer a los campesinos de Atenco de sus tierras. Simbólicamente el NAIM marcaría la continuidad del dominio de los empresarios-rentistas sobre el gobierno mexicano, tal y como ha sido durante las más de tres décadas y media que hemos tenido de neoliberalismo. 

La opción Santa Lucía, en cambio representa la victoria de un gobierno nacional-popular sobre una élite empresarial que hoy llora por un proyecto absurdo y derrotado (como Claudio X. González y sus innumerables amparos que ya no procedieron por los cambios dados en la SCJN). Se ganó una larga batalla por parte del actual gobierno de AMLO que la mayor parte del pueblo asume como suya. No olvidemos que ahora mismo AMLO es un significante vacío (como dice Ernesto Laclau) y la mayor parte del pueblo se ve reflejado en él, algo parecido al peronismo en Argentina. El ellos-élite, ajeno al nosotros-pueblo, lloran su primera gran derrota política y económica en décadas. Y esto ocurrió gracias a que el gobierno encabezado por AMLO tiene un fuerte componente popular.

Es verdad que Santa Lucía también tiene impacto ecológico (como cualquier proyecto llevado a la práctica, no olvidemos que toda producción genera residuos), pero este proyecto es mucho menor que el NAIM, ahora ya convertido en un lugar inundado de agua, con maleza y aves migratorias. Ojalá que se convierta pronto en un gran parque ecológico donde el ocio del pueblo, en vez de la acumulación del capital, ocupe aquellos espacios.

Podemos seguir siendo idealistas y darnos baños de pureza y de superioridad moral diciendo que ambos proyectos estaban mal (esta es la actitud Denisse Dresser). Pero también podemos ser más materialistas y reconocer el contexto histórico concreto que tenemos: las inercias autoorganizativas del capitalismo mundial y nacional, así como la correlación de fuerzas entre los diferentes sujetos sociales. 

Santa Lucía frente al NAIM es una opción más progresista porque atiende una problemática real de tráfico aéreo, evita la desposesión de tierras de los campesinos de Atenco y simbólicamente representa una victoria nacional-popular frente a los caprichosos altos empresarios-rentistas mexicanos. El gobierno federal claramente prefirió apoyar a los movimientos sociales (como los campesinos de Atenco) que a los altos empresarios y aquí se vió simbólicamente de qué lado está el gobierno.

Ahora ya nada más se requiere de que Texcoco se convierta en un parque ecológico y sea declarado patrimonio cultural de la humanidad para que no vengan más intentonas de construcción de aeropuertos que amenacen la tenencia de la tierra de los campesinos de Atenco y la ecología del lugar.

Image result for adios NAIM

lunes, 7 de octubre de 2019

Algunas observaciones sobre el tema de la inversión fija bruta en México

Estaba echándole un ojo rápido a los datos sobre inversión fija bruta: https://www.inegi.org.mx/temas/ifb/ hay varias cosas que comentar.
1) La inversión fija bruta tuvo una disminución importante en febrero de este año, cuando pasó de 111.0 a 103.1. Luego parece haberse estabilizado en valores que oscilan en 100. El último dato es que es de 102.1 (julio de 2019).
2) Los niveles de inversión entre el primer año del gobierno de Peña y el actual son parecidos. En 2012 fue de 103 y muy probablemente en 2019 sea un valor parecido. Esto muestra que hay continuidad del estancamiento. Sin embargo hay que decir que no se ha dado una caída tan fuerte en la inversión como fue en el 1995, cuando se dio una caída de la inversión fija bruta de 71 en 1994 a 45.6 en 1995. Una caída de 26 puntos. Pese a que es preocupante que no haya un aumento en la inversión, me parece que ahora en 2019 estamos muy lejos de una crisis. Esto lo digo por todos aquellos reaccionarios que pensaban que una vez llegado el populismo al poder, la economía mexicana se iba a desquiciar. Esto no ha ocurrido. A los economistas de derecha (los partidarios de la escuela de Chicago y los libertarianos) les gusta generar sensacionalismo y desinformación.
3) Es previsible que la inversión fija bruta vaya a aumentar cuando se empiecen las construcciones de los mega proyectos: Santa Lucía, las refinerías, la hidroeléctrica y el tren maya. Esto se va a ver reflejado en los datos. Habrá un incremento importante de la inversión.
4) Parece que la caída de la inversión fija bruta también se relaciona con la reducción del comercio internacional. La guerra comercial Estados Unidos China parece estar pasando facturas, y puede que los aranceles impuestos por Trump hayan disuadido a muchos inversionistas extranjeros de invertir en México. En particular, parece que el modelo de industrialización orientado a las exportaciones ya es obsoleto, inviable desde hace mucho tiempo y ahora ya destinado a desaparecer. El modelo de industrialización basado en las maquilas parece no ser viable.
5) En este contexto me parece relevante preguntar: si se dan las grandes inversiones públicas anunciadas, ¿Alcanzará para que México emprenda un proceso de crecimiento económico sostenido? Aquí se vuelve necesario retomar a Keynes y el efecto multiplicador: ¿Las inversiones públicas anunciadas generarán un efecto multiplicador en la economía mexicana? Para eso se requieren estudios que evalúen el impacto económico (social y ambiental) de las inversiones. Por otro lado, el tema de los incrementos salariales recientes ¿realmente ha contribuido a fortalecer el mercado interno? Esto es fundamental para impulsar la demanda agregada interna.
Finalmente, hay un tema de fondo que me parece crucial discutir. ¿Es deseable preocuparse tanto por el crecimiento económico en un contexto de crisis ecológica? Creo que es importante que también vayamos desfetichizando el discurso del crecimiento económico en un contexto de enorme contaminación y depredación ambiental. Entiendo que no es fácil romper teórica y prácticamente con el discurso del crecimiento (visto por muchos como una condición necesaria para el desarrollo), pero si pienso que dada la magnitud de la crisis ecológica mundial, es deseable pensar en una transición civilizatoria, donde lo que importe sea el bienestar: la buena vida (el florecimiento humano del que hablan Aristóteles, Marx, Sen y Boltvinik) y el buen vivir (el sumak kawsay, una herencia conceptual fundamental de los pueblos originarios de sudamérica). El crecimento económico infinito en un contexto de vulnerabilidad y de recursos finitos es inviable. Si pienso que los teóricos del decrecimiento económico deberían ser tomados más en serio en los debates económicos actuales. Quizá también habrá que preocuparse no sólo porque suba o aumente la inversión, sino el tipo de inversión que queremos como país. Hay que preguntarnos no sólo por la magnitud de la inversión, sino por su cualidad.

viernes, 16 de agosto de 2019

The victory of Lopez Obrador in Mexico and its implications for the Mexican left

The overwhelming victory of Andres Manuel Lopez Obrador (AMLO), a moderate leftist candidate in the July 2018 Mexican presidential elections is historic; it is the first time in recent history that someone whois not a member of the two a right-wing partés (Revolutionary Institutional Party [PRI] or National Action Party [PAN]) has won. On election day, millions of Mexicans went to the ballot boxes to vote in favor of a change. Many voted for AMLO just to throw out the corrupt politicians who rule our country.



This was AMLO´s third attempt to win the elections. In previous attempts in 2006 and in 2012, AMLO´s victory was blocked by the political and economic elites that AMLO called “la mafia del poder” (the power mafia). In 2006 the political elite rigged the elections by altering the electoral results; he lost to right-wing candidate Felipe Calderon of PAN by a tiny margin of 0.56%. In both 2006 and 2012, the elite launched a dirty campaign against AMLO calling him a “populist” who was a danger for Mexico. They repeatedly compared AMLO to the former Venezuelan president Hugo Chavez in TV, newspapers, radio and internet campaigns. This time in 2018 however, the dirty campaign did not influence the Mexican population. 

During Felipe Calderon´s administration, the problem of cartels, drugs, and violence reached extremes levels, inaugurating the U.S. Prompted “War on Drugs” that led to hundreds being killed and gone missing with little accountability of the armed forces. This process of social decomposition was continued by Enrique Peña Nieto who won the election in 2012. Political corruption and repression against social movements increased. Many corruption scandals came to light: Odebrecht1, the white house2, governors who lead some states into bankruptcy3 etc. Human rights were systematically violated (Tlatlaya4, 43 students of Ayotzinapa disappeared by the government5, etc). Mexico became a particularly dangerous place for journalists, with increasing censorship, persecution and murder (12 journalists were killed only in 2017).

Violence, corruption and poor economic performance have caused tremendous outrage and ferment in Mexican society. In many parts of Mexico local governments collude with cartels. Therefore, many people have lost faith in the government and have chosen to organise themselves into self-defense groups and community police. In other parts of the country, large social mobilisations have emerged: public school teachers led a general strike in 2013 and occupied the Parliament for two weeks to fight against the educational reform6. Relatives and friends of the missing 43 rural students of Ayotzinapa, supported by civil society, protested for months. Women demonstrated in the streets to protest against gender violence where thousands of women have been killed systematically in what is termed “feminicidos”. There have been riots in some parts of the country due to a hike in gasoline prices (“gasolinazos”). 

We may understand this crisis of legitimacy of the neoliberal regime in Mexico through what Antonio Gramsci has called crisis of hegemony. With the consensus built by the government coming under increasing attack from most sectors of the population, domination by consent gave way to rule based on coercion. The government began to lose control over framing public opinion, not least because of the rise of internet and social media. This social media filled a vacuum that the mass media had left due to their growing lack of credibility. Many people formed their political opinions by watching YouTubers and following popular tweeters, instead of watching the news on TV. 

In this scenario, AMLO's prospects became even stronger as the right-wing political parties got divided. PRI chose to support a terrible candidate (Jose Antonio Meade) who was not in the least bit charismatic. PAN made an alliance with an opportunistic “left-wing” party called the Revolutionary Democratic Party (PRD) that was transforming into an increasingly right wing party. This alliance was to support a very ambitious politician: Ricardo Anaya. Anaya had a public image associated with corruption, a Machiavellian way of doing politics and with a propensity to lie in public. This alliance generated discontent in both parties and many party members quit as a result. 

As the government was losing popular support and right-wing parties remained divided, AMLO skyrocketed in polls. He responded to the people´s outrage offering two concrete points in his political agenda: struggle against corruption and the bringing peace to the country that was ridden with violence. These were articulated in a discourse that was very persuasive to different social classes, with different ideological backgrounds, and in different geographies of Mexico. However, AMLO also toned down his discourse this time to appear more "moderate" and avoid being labeled a “furious populist”. He claimed that he will not expropriate anyone's wealth or property. He assured the business sector that he will retain some traditional economic policies (austerity, no fiscal reforms, control of inflation, etc) and will promote the internal market. In his public rallies he wore a necklace and a headband of flowers to create an image of a peaceful politician. In the social media the word “AMLOVE” created memes to support him.

Further, AMLO made pragmatic alliances in order to ensure his victory. He recruited the entrepreneur Alfonso Romo (descendant of the legendary Francisco I. Madero, a leader of the Mexican Revolution) to coordinate a team in charge of elaborating Morena's Project of Nation, including the main policies AMLO´s government would implement if he won the election. Amongst other things, Romo also held meetings with big capitalists to convince them that AMLO is not a danger to their business. He succeeded in dividing the multi-millionares: of the 15 top Mexican businessmen, only six of them were now anti-AMLO , while six supported him and one remained neutral. At the same time, AMLO also promised to raise workers´ wages and reverse the education and energy reforms.

Thus, we can understand AMLO´s success through his ability to articulate a convincing anti-corruption and anti-incumbency discourse and build a new hegemony. In the block of power he is building in his new government, he is attempting to incorporate different, even conflicting, social sections: big entrepreneurs, academics, the middle class, workers (urban and rural), conservative and progressive people, social activists, etc. The new consensus that AMLO has successfully built eroding Morena's hegemony explains not only his electoral victory but also control over the public agenda. Throughout the run up to the elections, it was AMLO who set the agenda and established key electoral issues. According to Gramsci, there are several ways to solve a crisis of hegemony: active revolution, passive revolution and Caesarism. An active revolution occurs when subaltern classes take power though a violent revolution (such as the Soviet o Cuban revolutions). A passive revolution takes place when subaltern classes are in the streets fighting for their rights and elites fear them. Elites then give in to the demands of subaltern classes in order to demobilize them.

But these social demands are so important that in social history it appears as if a revolution happened (such as formation of the welfare-states). Ceasarism takes place when a strong and charismatic leader emerges as a savior of a country that is in danger due to an external or internal threat. This new leader restores the consensus amongst the people, re-instilling their faith in government and institutions, and defeats the decadent elite.

In Mexico, AMLO may be seen as the personification of Cesarism. He is not involved in an active revolution because he is not destroying the elites (he is making deals with them), and he is not leading a passive revolution because he is taking power, not leading demonstrations on the streets. AMLO is building hegemony. He has identified key “empty signifiers” that, according to Ernesto Laclau, are symbols without content, but are important to articulate discourses that are able to unify different sectors of the society. The fight against corruption and the demand for peace are examples. In Mexico everybody agrees with that, but AMLO has articulated these issues in a credible agenda. At the same time, AMLO is becoming an empty signifier; most people see in him not only a leader, but the personification of the people itself (such as Juan Peron was in Argentina), and this symbol is creating unity among different social classes.

According to Gramsci, there are two types of Caesarism: progressive and reactionary. A reactionary Caesarism is when the leader builds a “we-people” against an “other” that is not an elite but an “internal enemy” (an ethnic or a racial minority). Fortunately, AMLO is not doing that in Mexico, He didn´t articulate a discourse against “communists” or immigrants but against a “mafia”, an elite. This makes AMLO a progressive Cesarist who has created a discourse of “we-people” in opposition to a “they-elite”. This has the potential to open up a historical opportunity for social movements to fight for getting back some of the social rights that neoliberalism has taken away from the working class. 

It is possible to reverse some of the neoliberal reforms, but it is very important that social movements push AMLO in social-justice direction. Even while recognizing the contradictions of bringing together divergent classes, the current moment needs to be understood as one that is pregnant with possibilities for social movements. AMLOS´s win was hailed as a victory for left/progressive forces. However, it will be incorrect to think that the government will introduce radical changes. Instead, this electoral victory needs to be understood as the opening up of a space where working class movements and movements of marginalised populations can mobilise to put pressure on the new Mexican government will be subjected to the typical class struggle of capitalism, and the balance of power between the elites and the people the direction that AMLO´s policies will take in the coming years. It is claimed that AMLO has agreed that his government will consult big businessmen every trimester. If this is true, then we must insist that he meets with social movements every month as well. This is the only way it will be possible to counter the bourgeois agenda. All of this assumes, firstly, that the struggle is not over, and secondly, that it must be fought both in the streets, as well as in institutional spaces.

Originally published by Critique Magazine Núm 15, 4, 2019, ED by the New Socialist Initiative, New Delhi, India: http://nsi-delhi.blogspot.com/2019/05/


1 Odebrecht is a Brazilian firm that admitted the expense of 800 millions of dollars in the whole Latin American region to bribed many politicians from different countries to obtain profitable public contracts. In Mexico, they bribed some politicians but the investigation of this scandal was stopped by Peña Nieto administration
2 Angelica Rivera, the president´s wife, purchased a multimillion-dollar house from government contractors in one of the most exclusives areas of Mexico City. The transaction was criticized because is not credible that Rivera had enough money to obtain the house. A possible conflict of interest was investigated. But the investigation was stopped by the government and the journalist who was reporting this scandal (Carmen Aristegui, one of the most popular journalists in Mexico) was fired by the company were she used to work (MVS Noticias).
3 In Mexico 16 former governors of local federal states are investigated for corruption. The most exaggerated case among them is Javier Duarte, a former governor of the State of Veracruz. Duarte stole 3 billion of dollars by laundering state funds through phantom companies. Also, he was involved in forced disappearances of journalists and human right defenders. He is in jail now, but he may be released because the government retired the charge of organized crime for supposed “lack of evidence”.
4 In June 2014 some Mexican soldiers shooted 22 unarmed civilians in the municipality of Tlatlaya, in the State of Guerrero. This is a massacre that human right advocacy groups have asked the government to investigate. But until now the facts remain unclear.
5 On September 26, 2014, a tragedy occurred in Iguala, in the State of Guerrero: 43 rural students from the “Normal Isidro Burgos”, were kidnapped by the Mexican police after a car chase (the students were in a demonstration). Then, the police take them to the Cartel “Guerreros Unidos” and after that, the students were disappeared. Until now we don´t know what happened to them, whether they were murdered (by whom? Where are their bodies?) or whether they still alive (where are they now? Under what conditions?). The parents of the disappeared leaded several demonstrations to push the government to answer their questions. They were backed by civil society. Until now Peña Nieto administration was not able to make clear the facts. They fabricated a “historical truth” claiming that the students were killed by Guerreros Unidos and their bodies were buried in a garbage place. But this version of facts is not credible because the same day of the supposed massive burn a storm fall in the garbage place, This fact made impossible the version of the government. Also, an alternative group was investigating the facts but the government stopped the investigation.

6 The “educational reform” wasn´t about contents, infrastructure or improvement in teacher and children material conditions. This reform had as a goal the evaluation of the teachers through a single exam in the whole country were students that didn´t learn the topics the government wants would have as a consequence the dismissed of the teacher in charge. This was actually, a labour reform disguised as educational reforms because the consequence is the increase of the precariousness of the teacher´s labour conditions, not the improvement of children education