viernes, 14 de noviembre de 2014

Ayotzinapa, movimientos sociales y la crisis política del Estado mexicano

Por Josafat Hernandez


Están pasando demasiadas cosas en este país a un ritmo impresionante. Tanta indignación, tanta furia, tanto dolor ha llevado a muchísimas protestas por doquier. A marchas multitidinarias, bloqueos carreteros, quema de sedes del poder estatal en Guerrero, paros de labores de 24, 48 y 72 horas en las universidades de todo el país. A la formación de un potente movimiento estudiantil y social que no se había visto desde hace muchas décadas1.

La protesta social se está extendiendo por todo México y está aumentando su nivel de intensidad, en un contexto en el cual el gobierno ya no puede reprimir tan fácilmente porque si lo hace sólo va a contribuír a que la bola de nieve siga creciendo. El manejo mediático de esta situación no hace posible la manipulación y neutralización de los movimientos sociales, tal y como hicieron antes, con los maestros de la CNTE en 2013 a quienes llamaban “vándalos”, “revoltosos”, huevones" para justificar la represión.

Ahora los monopolios están imposibilitados para ocultar la indignación y rabia generada por los hechos de Ayotzinapa. Ahora los monopolios están obligados a hablar de Ayotzinapa.

El gobierno no tiene ni idea de cómo afrontar esta crísis política y social, que puede devenir en crísis económica, dado que los mercados estarán en un proceso de creciente inestabilidad dado el aumento del riesgo y la incertidumbre.

El gobierno ha pretendido decir que ha “resuelto” el caso de Ayotzinapa, cuando en realidad no han resuelto nada. Son incapaces de brindar justicia y seguridad al pueblo. Y en estos contextos de creciente indignación de la gente, su respuesta tradicional, la represión (ya sea de masas, o selectiva), sólo contribuirá a echarle más leña al fuego.

El gobierno pretendió comprar la consciencia de los padres de familia, diciendo “te doy cien mil pesos y ahí muere”, los cuales fueron rechazados por los padres y madres de los desaparecidos, que ni con un millón de pesos podrían comprar la cura para ese gran dolor y angustia que representa haber perdido a un hijo, un familiar, un ser querido. De los normalistas no sabemos aún si están muertos, si están vivos, si sus cuerpos están quemados, enterrados, o dónde y qué pasó. Siempre pasará por nuestras mentes ¿qué pasó aquella trágica noche?

Sólo la memoria queda de aquellos jóvenes que con humildad nos dieron lecciones de dignidad. Es triste ver morir a la gente que no lo merece. Es triste ver morir a quienes viven para luchar por la justicia, mientras los políticos siguen robando, saqueando y humillando a nuestro pueblo. Pero de esa tristeza también viene el coraje, la rabia, la indignación que se requieren para transformar esta realidad

La memoria de aquellos jóvenes rurales, luchadores inalcanzables, es la que ahora ha encendido la llama de la indignación, del coraje que se ha irradiado y ha hecho despertar a miles y miles de mexicanos. ¿Hasta dónde va a llegar esta indignación?

El gobierno ha aplicado la táctica del desgaste y del ninguneo. Después, la introducción de infiltrados en los movimientos para dividir y después reprimir. Ahora, tal y como están las cosas, el tan ansiado desgaste está lejos de llegar. Los desgastes de los movimientos sociales suelen ocurrir después de varios meses, incluso varios años de iniciar una huelga, un campamento, un plantón, de protestar en las calles. Aún estamos muy lejos de que eso ocurra.

Ahora los gobernantes no pueden “ningunear” a los padres de familia, a los normalistas, a los estudiantes, a los maestros, porque las protestas han alcanzado tal extensión e intensidad, que los centros de reunión del gobierno ahora están ardiendo en llamas. Sus carreteras se bloquean, sus negocios se paralizan, y además, la presión internacional es demasiado fuerte. Tal presión ya no sólo viene de mexicanos radicados en el exterior, sino también de movimientos sociales locales, de gobiernos de países como el de Chile, Estados Unidos que “llaman a que el gobierno mexicano solucione estos problemas”. Hoy tenemos campañas mediáticas internacionales como la telesur, que exigen justicia, así como las protestas de eurodiputados de varios países europeos que exigen el respeto a los derechos humanos que día a día el gobierno mexicano pisotea impunemente.

Todo esto se conjuga con la gran extensión que han alcanzado las redes sociales y las consencuencias que esto implica: la pérdida del monopolio de la palabra por parte de los monopolios mediáticos. Esto lleva a una situación en la cual ya no es posible seguir con más ninguneos y pretensiones de que “en México no pasa nada”. El gobierno ya no puede aplicar la fórmula salinista del “ni los veo ni los oigo” que antes les funcionaba, pero que ahora ya no logra los resultados esperados.

Todos los sectores de la sociedad exigen al gobierno respuestas. Desde los movimientos sociales solidarios con Ayotzinapa, los movimientos estudiantiles mexicanos así como las empresas televisivas (como ahora han clamado hipócritamente dos de las principales figuras de Televisa, Carlos Loret de Mola y Eugenio Derbez). Esto último puede ser interpretado como una toma de distancia de este sector empresarial con respecto al gobierno federal, de tal modo que si se hunde este gobierno, no queden naufragantes los Azcarraga y los suyos.

El gobierno federal ha tratado de acayar los reclamos y la indignación por medio de la detención y posterior linchamiento mediático del ex-alcalde de Iguala (Jose Luis Abarca) y su esposa, por medio de la detención de miembros del cártel Guerreros Unidos (donde hubo un caso de suicidio de una persona antes de ser aprehendido) y por medio de sustituir al gobernador del Estado de Guerrero2. Todo esto para generar la apariencia de que el gobierno está interesado en solucionar el problema.

Ellos han tratado de quitar banderas de protesta a los movimientos por medio del montaje de “resultados” que presentó el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Murillo Karam. Se apresuró en dar conclusiones, afirmando que los restos encontrados en un basurero son de los normalistas, cuando no contaban con las pruebas ADN para corroborarlo. Su versión de los hechos fue sumamente cuestionada. Hay quienes dicen que en las circunstancias del basurero descritas, es imposible mantener avivado un fuego con más de 1000 grados celcius requeridos por tantas horas para lograr calcinar los restos humanos. Si esto hubiera sido el caso, se hubiera visto la gran columna de humo a varios kilómetros de distancia. ¿Por qué no llamó la atención de los gobiernos? Otros dicen que incluso ese día estuvo lloviendo y que eso es una razón suficiente para invalidar la versión de la PGR. ¿Cómo mantener vivo un fuego en la intemperie mientras cae agua del cielo? Hay otros que dicen que las "confesiones" de los criminales con que la PGR construyó su versión son producto, en realidad, de torturas. Con su lamentable “ya me cansé” el señor Karam terminó su conferencia de prensa que lo único que hizo fue incrementar la indignación de la gente. Actualmente ya se habla de su salida de la PGR.

Y es que ya estamos a tal punto que el pueblo ya no se va a contentar con las "soluciones" que ofrezca el gobierno federal. Estamos en un punto tal que cualquier cosa que digan y hagan los gobernantes de todos los partidos políticos sólo tendrá como consecuencia una cosa: el aumento de la indignación y de repudio de la gente.

¿Hasta dónde va a llegar la indignación mexicana? Hay varias voces que ya claman, ya clamamos una cosa: La renuncia de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la república. Y no sólo queremos que se vaya él. ¡Queremos que se vayan todos los políticos de una vez y que no vuelvan más!

1 Incluso, si comparamos los hechos actuales con lo que pasó en 2012, las protestas de yosoy132 se quedan muy cortas con las actuales tanto en extensión de la protesta social, así como en su intensidad.

2 Esto es más fuerte aún si consideramos dos casos como el del represor Ulises Ruíz, gobernador de Oaxaca en 2006 quien pese a las protestas, ocupaciones y bloques de la APPO donde tomaron la ciudad de Oaxaca por más de seis meses no renunció. Ni tampoco lo hizo el “gober precioso”, pese al rechazo popular y posterior linchamiento mediático por su involucramiento en redes pederasta, tampoco renunció como a su cargo como gobernador del Estado de Puebla, igual, en 2006. 

jueves, 10 de abril de 2014

Sobre las críticas al pensamiento económico dominante. Una respuesta crítica a Alejandro Nadal

Alejandro Nadal en un artículo titulado "Cunde la revuelta de estudiantes de economía" pone en evidencia tan sólo uno de los tantos problemas que tiene la economía dominante: la imposibilidad de la demostración formal de los precios de equilibrio. Le da demasiado peso a esta crítica. Hay otros puntos que son igual o más importantes que este. Sin embargo el autor la pone como LA crítica. Me parece que está equivocado. Y esto se debe a que él sigue pensando a la economía más como una ciencia formal que como una ciencia empírica, de carácter histórico social. De ahí que él desestime las críticas que los estudiantes de economía de París de 2000 hicieron al carácter autista de esta ideológica corriente de pensamiento. Esto lo hizo en un artículo publicado en 2010. Ahí el autor dijo que los estudiantes: 
"(...) se quejan de que en la docencia se abusa de los modelos abstractos alejados de los problemas reales. Esto puede dar lugar a una apreciación equivocada sobre lo que efectivamente ocurre en las aulas. Y un análisis erróneo necesariamente conducirá a conclusiones desacertadas y poco efectivas a la hora de buscar cambios." 
Efectivamente, un análisis erróneo llevará a conclusiones erradas y a acciones poco efectivas. Me parece, no obstante, que las críticas de los estudiantes franceses al abuso del uso de modelos abstractos alejados de los problemas reales no es errónea. Me parece que esta crítica no da una apreciación equivocada sobre lo que ocurre en el proceso de enseñanza de la economía. Tan sólo es un aspecto del problema, como puede haber otros, que Nadal no debería negar. Me parece que si hay un problema de relación modelo teórico-mundo real que requiere ser discutido con toda seriedad. Repito aquí, la crítica que hace Nadal no es LA crítica, pero eso no significa que su crítica sea errónea. Tan sólo es un aspecto del problema. Me parece que él debería ser más pluralista y menos unilaterial en su postura. 

Una vía alterna de crítica a la teoría económica dominante que ha probado ser muy fructífera es la crítica al sustento empírico de sus supuestos. Si los supuestos sirven para saber bajo qué condiciones se cumplen las leyes teóricas que se postulan, entonces cabe preguntar ¿esas condiciones se cumplen en el mundo en el que vivimos? ¿Acaso hay una aproximación? El problema de la relación modelos-mundo que ya apuntaba el movimiento estudiantil post-autista tiene que ver con esto. En el fondo se trata de un problema de adecuación empírica.



Mencionemos un ejemplo de como las críticas a los supuestos de la economía, lejos de ser erróneos, pueden devenir en proyectos de investigación muy fructíferos. La crítica de Herbert Simon (Premio Nobel de Economía de 1978) es un ejemplo de esto. Esta crítica es anterior a los teoremas Sonnenschein-Mantel-Debreu que Nadal menciona. La crítica de Simon es muy severa y se hizo desde la década del cincuenta. De hecho generó toda una corriente de pensamiento económico llamado "racionalidad acotada" que ha tenido un importante desarrollo tanto en Estados Unidos como en Alemania y en otras partes del mundo. De ahí han surgido algunos Premios Nobel como los galardonados en 2002, Daniel Kahneman y Vernon Smith que ponen en evidencia el carácter infundado de la noción de agente racional que asume la economía dominante. Además esta crítica ha servido para acercar a la economía con las ciencias cognitivas, la inteligencia artificial, la neurociencia cognitiva, etc. En suma, ha servido para contrarrestar el carácter autista de la economía, y ha servido para rechazar y trascender la anacrónica distinción disciplinaria, de tipo positivista, de las ciencias sociales. Los trabajos de racionalidad acotada apuntan hacia una dirección interesante: No es posible hablar de una economía "pura", sin considerar otros planos de la existencia humana. La economía necesita del trabajo multidisciplinario para dar explicaciones satisfactorias de los hechos que se estudian.




Desde la racionalidad acotada se ha demostrado (así, con todo su peso epistemológico) como el supuesto de agente racional carece de sustento empírico. La economía ortodoxa asume un exceso de racionalidad que los agentes reales, de carne y hueso, que viven y trabajan en el mundo, no tienen. Y esto es porque la economía estándard asume que el agente racional tiene capacidades cognitivas infinitas de cálculo, memoria, de procesamiento de información, de aprendizaje, etc. En suma, la economía neoclásica asume una ficción llamada homo economicus que es una caricatura de los agentes reales. Se trata de una concepción descorporalizada que considera que los agentes racionales carecen de emociones, de visceralidad, de pasiones, etc.

En contraposición a esa noción sumamente simplificada del agente racional, Simon propuso un modelo alternativo: el "modelo satisfaccionista". En este modelo Simon considera que el agente racional tiene una racionalidad acotada y limitada. Acotada por el contexto en el que vive (al cual él llama "ambiente") y tiene capacidades cognitivas limitadas (memoria, procesamiento de información, capacidad de cálculo, etc.). Además el ambiente le presiona para tomar decisiones, por lo que tiene tiempo limitado. Así, el agente racional, en vez de ser maximizador de utilidad, y de tomar decisiones óptimas, sólo busca tomar decisiones viables que le sirvan para satisfacer sus necesidades. Y estas decisiones viables se toman sin necesidad de procesar toda la información que tiene a su disposición y sin hacer cálculos precisos, ni cumplir con axiomas de transitividad y completitud, cálculos probabilísticos bayesianos, etc, etc. El agente simplemente busca señales que están en el ambiente que le servirán para tomar decisiones rápidas y frugales. Tomará decisiones satisfactorias sin necesidad de conocer y procesar toda la información que puede tener a su disposición. 

                                     

Un ejemplo muy sencillo de esto lo da el propio Simon: el vendedor de casas. Si un agente está vendiendo una casa y le urge venderla (porque puede que se tenga que ir a otro lugar por cuestiones laborales) puede considerar como precio satisfactorio X. Para este agente cualquier precio que sea menor que X será inviable (lo rechazará) y todo precio que sea igual o mayor que X será viable (lo aceptará). Así que si alguien le ofrece cualquier precio que sea igual o mayor a X, la decisión se tomará de manera rápida y será considerada como satisfactoria: venderá la casa sin más. Hay que señalar que mientras más limitado se tenga el tiempo la decisión tendrá que ser tomada con mayor rapidez. Y mientras mayor sea el nivel de aspiración (en el ejemplo, el precio de la casa), más difícil será encontrar situaciones permitan tomar "decisiones viables".

Actualmente en el Instituto Max Planck en Alemania se da continuidad a las ideas de Simon. Se trabaja lo que se conoce como "racionalidad ecológica" que, partiendo de la famosa metáfora de la tijera de Simon, se asume que las decisiones del agente están dadas por la interacción entre las capacidades cognitivas de este y el ambiente en el que se desenvuelve. Y de ahí provienen las famosas "heurísticas": estas son reglas muy simples que sirven para tomar decisiones rápidas y frugales bajo contextos de incertidumbre que usualmente tienen resultados satisfactorios.

                                   

Para finalizar simplemente diré lo siguiente: Con este pequeño texto de respuesta a Nadal espero haber contribuido a contextualizar las críticas (así, en plural) a la teoría económica dominante. Nadal sobre valora un tipo de crítica (de carácter formalista), mientras no dice nada de otras críticas que pueden ser iguales o más importantes que las que él menciona. No hay nada parecido a LA crítica de la teoría económica neoclásica. Hay varias críticas que se requieren conocer y reivindicar. La crítica post autista no era errónea, y el ejemplo de racionalidad acotada sirve para argumentar en favor de este tipo de estrategia. En lo que si estoy de acuerdo con Nadal es en que la teoría económica ortodoxa es fundamentalmente una lobotomía ideológica que hay que criticar y rechazar