jueves, 24 de agosto de 2017

Algunas notas sobre el método de Karl Marx

Sobre el método de Marx hay que tener en cuenta algunos puntos:

1) Cuando hablamos de “método” nos referimos a una manera de proceder, una manera de llegar a algo, mediante una serie de pasos. Sin dar “saltos argumentativos”, sin mezclar las cosas, o sea, sin cometer confusiones categoriales, distinguiendo en todo momento los diferentes niveles de abstracción para no mezclarlos. Se trata de un proceder lógico. Hegel en la ciencia de la lógica se ocupó de una “lógica substantiva” (no sólo formal), donde se va mostrando cómo un ser va “deviniendo”, cómo va transformándose de un ser en otro. De ahí que haya un orden sucesivo: afirmación, negación, afirmación de la negación. Tesis, antítesis y síntesis. Esto se hace siguiendo cierto orden de desarrollo histórico, distinguiendo entre las diferentes fases o etapas de un proceso, lo cual nos muestra cierta racionalidad. Marx, al igual que Hegel, era profundamente racionalista. Creía que el capitalismo era un modo de producción contradictorio, pero que esas mismas contradicciones explicaban su “movimiento” (no en un sentido newtoniano, sino aristotélico), su devenir. El punto de Marx es que la dinámica compleja del capitalismo no tiene nada misterioso: Es algo inteligible, explicable, comprensible por medio de categorías. El punto es saber usar la capacidad de abstracción. Abstraer para Marx es ir de lo concreto impensado a lo abstracto, simplificando una totalidad, descomponiendola en partes, detener el paso del tiempo, para analizar. Luego se "regresa" a lo concreto pensado, por medio de la integración y la síntesis, para llegar al entendimiento de la "unidad de lo diverso". 




2) Marx en su magna obra, El capital, procedió desde el punto más simple y básico para su análisis: la mercancía. Se trata del nivel “celular” del “organismo” llamado capitalismo. Después de hacer un cuidadoso análisis que puede considerarse “microsocial”, fue transitando, de lo simple a lo complejo. Es decir, pasó de entender la mercancía a entender procesos más complejos como son el intercambio, el dinero, transformación del dinero en capital, producción de plusvalor, etc. siguiendo como eje argumental su teoría del valor.

Marx intentó sacar todas las implicaciones lógicas que se sigue de la teoría del valor trabajo, evitando las confusiones categoríales y los saltos argumentativos de los economistas clásicos (e.g. Smith y Ricardo) así como sus prejuicios (creer que el capitalismo es un modo de producción natural al hombre, eterno y absoluto, al contrario, el capitalismo es históricamente contingente, transitorio, no eterno). Por eso el capital tiene un orden expositivo riguroso, lógico, ordenado, que muestra diferentes momentos argumentales: en el tomo I habla del proceso de producción, en el tomo II del proceso de circulación, en el tomo III del proceso de producción considerado en su conjunto. En cada uno de esos libros Marx fue desarrollando sus categorías, en diferentes niveles de abstracción, hasta llegar a formular “leyes”. Estas él las entendió como tendencias que gobiernan el movimiento del capitalismo, su reproducción (o metamorfosis como también le gustaba llamarla): la ley general de la acumulación capitalista, los esquemas de la reproducción ampliada del capital y la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia (sus causas contrarrestantes, y sus contradicciones inherentes). De ahí que ello le permitiera entender el carácter cíclico del capitalismo, sus crisis económicas, sus formas de resolverlas, la competencia capitalista y su tendencia hacia la monopolización, la enorme generación de riqueza y la creciente desigualdad social, la tendencia del capitalismo a estar revolucionando constantemente sus modos de producción, etc.

3) La fuerza del “método” de Marx es que este es científico. Marx siempre se preocupó por ser muy serio en su trabajo de investigación, por estar discutiendo con el pensamiento económico burgués más avanzado de su tiempo (la economía política ricardiana). Pero también él estuvo enterado de los avances de otras ciencias, particularmente la biología evolutiva.

Marx buscó evitar la mera especulación filosófica. Él creía que su pensamiento debía de tener bases históricas rigurosas. Por eso fue un estudioso enciclopédico de la historia de la humanidad (aunque tiene algunos sesgos eurocéntricos propios de la época que le tocó vivir: la expansión colonial de Europa), estudió a fondo la tecnología relevante que dió lugar a la revolución industrial (las máquinas de vapor), las finanzas de su época (el patrón oro), el comercio, etc. Con datos empíricos en mano sobre hechos históricos (las luchas laborales de los obreros ingleses, la revolución industrial, las leyes de grano, etc.), y sobre fábricas, Marx hizo sus reflexiones teóricas, siempre apegado a los hechos. Marx construyó un modelo del capitalismo “en estado puro” que le permitió entender el capitalismo sin los elementos distorsionantes y contingentes que encubren el funcionamiento de ese sistema, para tratar de entender su “esencia”, una esencia históricamente acotada, que le llevó a pensar que las leyes que gobiernan el movimiento del capitalismo no son universales ni eternas ni absolutas a toda formación humana.

4) Marx en el capital realizó una investigación intelectualmente honesta. Estuvo comprometido con encontrar “la verdad”. Por eso en El capital buscó evitar las condenas morales al capitalismo, para evitar ser encasillado como moralino, o como ideológico (en su sentido más peyorativo, de “falsa consciencia”), aunque el recurso retórico de la ironía, el sarcasmo y la sátira son muy propias de él. Son sus formas de exteriorizar su indignación. Ello no significa que Marx haya adoptado una posición positivista, de distinguir nítidamente entre "juicios de hecho" y "juicios de valor". Marx no creía en la neutralidad valorativa de la ciencia, pues esta sirve intereses de clase. Pero evitó en todo momento actuar de manera irresponsable, cínica, sustituyendo el estudio riguroso de hechos por meros discursos ideológicos que hoy día los posmodernos llamarían "post-verdad". 

Marx estaba motivado por razones éticas muy fuertes, como todo revolucionario de su época. Pero él se cuido mucho de no hacer meras apologías panfletarias del socialismo en su obra científica, o de hacer una critica ideologista del capitalismo. Por eso trató de hacer una investigación seria que generara un conocimiento objetivo sobre el capitalismo para poder orientar la acción revolucionaria de la clase trabajadora. Por eso para Marx era fundamental llegar a la verdad. "Decir la verdad es revolucionario" dijeron sus compañeros y discípulos.

Y justo este compromiso con la verdad llevó a Marx a evitar posiciones maniqueas de ver el conflicto social de su tiempo como algo dado entre personas “buenas" y "malas”. Lo que Marx vio en su tiempo era una sociedad cada vez más polarizada en dos clases sociales: capitalistas y trabajadores. Esas clases, según Marx quien en esto sigue a Adam Smith y a David Ricardo, tienen intereses materiales contrapuestos. Ello se expresa en los salarios: los capitalistas quieren reducir todo el tiempo los "costos laborales" para con ello acrecentar sus ganancias. Los trabajadores, en cambio, quieren aumentar sus salarios para tener una vida digna. El salario, en todo caso, es producto de la correlación de fuerzas entre capitalistas y trabajadores. 

5) Finalmente, me parece que Marx tuvo una noción pragmática de verdad: el principal criterio para saber si algo es verdadero o no es la práctica. Es en la práctica donde uno tiene que demostrar “la terrenalidad del pensamiento”, no a nivel teórico por medio de nociones de verdad correspondentistas o coherentistas. Eso a él le parecían problemas escolásticos. La teoría, para Marx, es una guía para la acción. Si la acción ha logrado sus resultados, entonces podemos pensar que la teoría que se usó para guiar dicha acción es sólida. Si los resultados son el fracaso, entonces tenemos elementos para cuestionar la teoría que se usó para transformarla. El punto es que son las implicaciones prácticas de la teoría las que motivan su crítica.

En suma, creo que en Marx encontramos un método científico riguroso, sistemático, coherente, no simplista ni maniqueo, que busca llegar al entendimiento del capitalismo de una forma objetiva, donde la crítica al capitalismo no es moralina, aunque tiene elementos morales implícitos. De ahí que autores como el gran historiador británico E. P. Thompson defendieran la idea de un “marxismo humanista” (a diferencia de Althusser quien pensaba que el humanismo era burgués) donde la crítica al capitalismo tiene como principal objetivo poner al ser humano en el centro de la organización social y no al dinero, para que pueda haber una sociedad más libre y democrática, libre de la explotación del hombre por el hombre y que no devaste al medio ambiente.